La amniocentesis es una prueba diagnóstica que se realiza por lo general a las mujeres embarazadas que están entre las dieciséis y veintidós semanas de embarazo para detectar problemas en el feto como anomalías congénitas, problemas genéticos, infecciones y problemas en el desarrollo pulmonar mediante la extracción y análisis del líquido amniótico. La opción de realizarse este examen debería ofrecerse a todas las embarazadas. Sin embargo, las mujeres que optan por someterse a una prueba de amniocentesis son, por lo regular, aquellas mujeres embarazadas que presentan un mayor riesgo de que el bebé tenga problemas genéticos o cromosómicos.
Cultivo - líquido amniótico.
Cultivo - células amnióticas.
Alfafetoproteína – amniocentesis.
Amnio.
No es necesario estar en ayunas para la realización de la prueba. Tampoco es necesario ir con la vejiga llena, como en el caso de algunas pruebas ginecológicas ya que el líquido amniótico en sí ayuda a que se vea bien la ecografía.
Tampoco es necesario tomar ningún medicamento previo a la realización de la prueba. Si está tomando algún medicamento puede seguir tomándolo habitualmente. Sin embargo, en el caso de que su medicación sea algún Si se anticoagulante (como la heparina) debe informar a su médico.
La amniocentesis usualmente se les ofrece a las mujeres en mayor riesgo de tener un hijo con anomalías congénitas como es el caso de aquellas mujeres que:
Sean mayores de treinta y cinco años.
Que tengan resultados de una prueba de detección que indica que puede haber una anomalía congénita u otro problema.
Han tenido bebés con anomalías congénitas en otros embarazos.
Este examen permite diagnosticar diferentes problemas genéticos y cromosómicos como:
Anencefalia (cuando al bebé le falta una gran porción del cerebro).
Síndrome de Down.
Trastornos metabólicos poco comunes que se trasmiten de padres a hijos.
Trisomía 18.
Infecciones en el líquido amniótico.
La amniocentesis es un examen que se realiza durante el embarazo a mujeres embarazadas que presentan aparentes riesgos genéticos o cromosómicos de que el feto pueda presentar alguna anomalía, lo cual es determinado mediante la extracción de una pequeña cantidad de líquido amniótico para su análisis.
Rango sujeto a evaluación de la clínica o del médico tratante.
Para la realización de la amniocentesis la paciente deberá acostarse en una camilla boca arriba.
Luego de esto el médico aplicará un gel especial en el abdomen que facilitará la realización de la ecografía con la localización del líquido amniótico.
Seguidamente aplicará una sustancia antiséptica en la zona de la punción. En algunas ocasiones su médico puede aplicar alguna sustancia anestésica en la zona de la punción, aunque no siempre es necesario, ya que la aguja es muy fina y apenas se nota.
Luego de esto es realizada la punción en el abdomen guiada por la ecografía y se extrae una pequeña cantidad de líquido amniótico con una jeringa. La cantidad de líquido que se extraiga dependerá del motivo de la realización de la prueba.
Tras extraer la aguja es retirada y se pone un pequeño apósito en el área de la punción.
Este procedimiento suele durar aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos.
Después de finalizada la prueba la paciente podría presentar algunas leves molestias abdominales. Sin embargo, si presenta molestias como retortijones, pérdida de líquido por la vagina, sangrado vaginal, fiebre o alguna molestia que le preocupe debe consultar de inmediato con su médico. Asimismo, es recomendable descansar y evitar realizar esfuerzos físicos. Y por lo general, al día siguiente puede retornar a sus actividades cotidianas.